David Rubinowicz
Diario
de un niño judío
Las aldeas de Krajno y de Bieleny, los villorios de Bodzentyn
y Suchdeniow y las restantes localidades que menciona este diario, están situadas
en la starostie (división territorial de
la Polonia de anteguerra) de Kielce. Durante la ocupación nazi Kielce
perteneció al distrito de Radom que abarcaba tres ciudades autónomas: Radom,
Kielce y Czestochowa. Sobre el territorio de este distrito, cuya superficie
aproximada es de 25.000 km2, vivían según los datos del censo del 10 de marzo
de 1940 – 2.726.516 habitantes, de los cuales más de 360.000 eran judíos.
Solamente en el starostie de Kielce vivían- según informes que recogió el
invasor en 1941 - cerca de 33.000 judíos. El distrito de Radom era uno de los cuatro distritos – Varsovia,
Cracovia, Lublin, a los que se agregó en agosto de 1941 el distrito de Lemseus
- del Gobierno General: creados sobre el territorio ocupado Polonia por un
decreto que Hitler promulgó el 12 de octubre de 1939.
Antes de la Segunda Guerra Mundial y hasta 1942, vivían en la
comunidad de Krajno 7 familias judías y en las comunidades circundantes, dos en
Beczow, 3 en Gorno, 2 en Wola Jarochowa. En las dos aldeas de Bieleny vivían en
total 79 pobladores judíos.
David tenia 12 años cuando comenzó a anotar sus primeras
impresiones en su cuaderno de escuela.
Tenia doce años y el derecho a todo aquello que los niños de su edad
siempre han tenido; es decir, comida suficiente, condiciones higienicas para su
desarrollo, estudios unas veces agradables, otras agobiantes; juegos con los
amigos, lectura de libros predilectos; un poco de cariño, pequeñas alegrias y
pequeñas tristezas; a veces un castigo, y en otras una dicha mayor.
Tales exigencias no son demasiado y una niñez así con
dificultades podría llamarse particularmente feliz. Simplemente, una niñez normal.
Esta sencilla infancia fue borrada por una de las mayores
barbaries que ha conocido la humanidad.
David Rubinowicz, como millones de niños mayores o menores
que él, fue asesinado únicamente porque nacío judío.
Seguramente los padres del pequeño David querían para él lo
que todos los padres del mundo - independientemente de su nacionalidad, el
color de su piel, la latitud geográfica que habitan, las condiciones de su
existencia – desean para sus hijos: buena salud, un carácterrecto y seguro, un
poco de felicidad y la esperanza de un porvenir mejor. Pero sucede que los Rubinowicz no pudieron
dar a sus hijos nada de esto. Unica y
exclusivamente por haber sido judíos.
La familia Rubinowicz no era muy rica. Hoy nadie recuerda en Krajno la fecha en que
llegaron de Kielce a esta aldea cerca de Bodzentyn. En todo caso, debe de haber pasado mucho
tiempo antes de que los nazis invadieran Polonia. Se sabe que Josek, el padre de David, poseía
en Krajno un pedazo de tierra que vendió para construir una pequeña lechería,
donde habitaba junto con su familia en un pieza con cocina. Los Rubinowicz llevaban la misma vida de los
campesinos y se vestían como todos los de allí.
Los recuerdos de quienes los trataron coinciden: a los
Rubinowicz se les respetaba por su honradez, por su decencia y por su
bondad. Hasta hoy se cuenta en Krajno
que la madre de David, Tauba Rubinowicz, durante muchos años ayudó a los
enfermos y curó sus heridas. En la aldea
no había ni siquiera una enfermera y parece que Tauba tenía un botiquín con
vendas, aspirinas, yodo y toda clase de pomadas.
David asistía a la escuela primaria de Krajno y en juino de
1939 terminó los estudios de sexto grado y pasó a estudiar su último grado de
estudios de primaria. Los archivos
escolares conservan sus excelents calificaciones.
El diario de David consta de cinco cuadernos con cubiertas
encarnadas (uno de estos cuadernos perteneció a su hermana, cuyo nombre se lee
en la portada) Las notas del año de 1940
abarcan apenas 8 páginas y media. Están
escritas con letra no muy experta todavía, pero de manera limpia y
cuidadosa. Estas notas son lacónicas a
la manera infantil; la redacción conmueve por su sencillez. Pero muestran a un niño atento, sensible e
inteligente.
Las notas de 1941 ocupan cuarenta y cinco páginas del
cuaderno con una escritura mas desenvuelta.
Su lenguaje es simple, tipicamente polaco de provincia, con los giros
característicos del habla campesina de la region de Kielce pero con buena
ortografia y puntuación.
Hay en estas notas concisas y desprovistas de toda exaltación,
mas de lo que David apuntó en su relato.
Aparece con nitidez el mecanismo de la máquina hitleriana. Se ve de qué
manera los garfios de la injusticia se estrechan cada vez más en torno de estos
seres privados de todos sus derechos por medio de la violencia y la maldad.
En la pasta de sus cuadernos, aparece un sello en tinta roja
con la inscripción “D. Rubinowicz.
Bodzentyn, Calle Kielecka No. 13”.
Probablemente David, para distraerse o quizá con el deseo de olvidar
aquello que vivía, se fabricó este pequeño sello en corcho o en madera. De no ser por ese sello tal vez el diario hubiese
permanecido anónimo.
Cuando el niño comienza sus apuntes en 1942, dibujó una viñ b eta
mas hermosa que las anteriores.
Seguramente no podía prever que ese mismo año, terminaría su vida.
Las anotaciones correspondientes a los cinco primero meses de
1942 comprenden 63 paginas. Las últimas
hojas del quinto cuaderno están arrancadas.
Es probable que David haya proseguido su Diario durante el último verano
que le tocó vivir. Vivió seguramente
hasta mediados de septiembre, cuando en la gran plaza de Bodzentyn se ordenó a
todos los judíos que se preparasen para el viaje.
Junto con sus parientes, David caminó hacia las puertas de la
muerte. Los nazis disparaban contra los
que trataron de encontrar en la huida la única salvación. Los gritos de los guardias, los ecos de los
golpes, los gemidos de los condenados, el ladrido de los perros, esta música
típicamente htleriana de extermilnio, acompañó diariamente a los judíos que
marchaban hacia la estación de Suchedniow.
Algun tiempo despues los empujaron en vagones para animales y los
llevaron hasta el último viaje.
Nunca sabremos cómo fueron los últimos momentos de David, no
lo que pensó o sintió frente a la muerte.
Pero seguramente su entereza lo acompañó hasta el final tal y como nos
los muestra en la descripcion de su vida.
Recordemos cuando David lee el vergonzoso aviso contra los judíos,
tratando de superar su humillación. El momento cuando en la víspera de
abandonar su casa salió al patio para que nadie se diera cuenta que
lloraba. Cuando corre delante de la
carreta para ocultar nuevamente sus lágrimas.
Al tratar de no compadecerse ni lamentarse, queriendo transmitir fuerzas
a sus padres y lo encontramos preocupado por la desdicha ajena y por las
personas que poco conocía.
Este niño sufrió todos los infortunios y aunque no hizo
ningun mal lo expulsaron de la sociedad junto con su familia. No hay medida para sus sufrimientos y aun
asi, este pobre y sencillo muchacho no sentía odio por sus perseguidores.
Según las leyes de sicologia, los horrores que atravezó David
debían haber matado en el todo el sentimiento humano, hacerlo indiferente para
tod lo que no fuera su propia seguridad, pero el niño triunfó sobre esa prueba
a la que muchos hombres sucumbieron.
David no pedia venganza, no acusaba siquiera, su Diario es
una de las acusaciones mas dramáticas, mas implacables contra el régimen nazi
que asesinó a millones de seres como los Rubinowicz.
Año 1940
21 de Marzo de 1940
Esta mañana caminando por nuestra aldea, vi de lejos un nuevo
aviso fijado en las paredes de la tienda y me acerqué para leerlo. Decía que de
hoy en adelante los judíos no podrán viajar en carreta. El viaje en tren está prohibido hace mucho
tiempo.
4 de Abril de 1940
Me levanté temprano para ir a Kielce. Salí después del desayuno. Es triste andar a solas por el campo. Llegué cuatro horas mas tarde. Al entrar en casa de mi tío, vi a todos muy
tristes y supe que muchas calles estaban prohibidas para los judíos y que se
les ordenó dejar sus casas y concentrarse en una parte de la ciudad. La noticia tambien me entristeció.
5 de agosto de 1940
Ayer el guarda forestal de la comunidad dijo al alcalde que
todos los judíos debían registrarse en el ayuntamiento. Permanecimos varias horas allí, mientras se
elegía al consejo de ancianos.
Los judios de catorce a sesenta años fueron obligados a
trabajar para los invasores. El 28 de
Octubre de 1939, el gobernador general, Hans Frank, ordenó la creación de
consejos judíos que,particularmente en las grandes ciudades, cumplían
docílmente las exigencias de las autoridades de ocupación. Dadas las condiciones naturales del campo, la
integración de estos consejos se llevó a cabo con retraso en las comunidades
rurales.
12 de agosto de 1940
Desde el comienzo de la guerra, estudio solo, en casa. Cuando
recuerdo el tiempo en que iba a la escuela, me dan ganas de llorar. Ahora no
puedo salir a ningún lado. No tengo aliento para nada pensando cuántas guerras
hay en el mundo, a cuánta gente matan todos los días las balas, los gases, las
bombas, las epidemias y todos otros enemigos de la humanidad.
1 de septiembre de 1940
Hoy hace un año, comenzó la guerra. Recuerdo todo lo que
sufrimos desde entonces. Antes cada uno
tenía una ocupación; eran pocos los que se hallaban sin trabajo. Hoy, noventa
por ciento está sin hacer nada y sólo el diez por ciento trabaja. Como nosotros que tuvimos una lechería y sólo
nos quedan algunas provisiones anteriores a la guerra. Cuando se acaben, no
sabremos qué hacer.
Año 1941
1 de abril de 1941
En la mañana, cerca de las 10, vino uno de Kielce y dijo que
desde hoy habrá un barrio reservado a los judíos. Me entristeció tanto la
noticia que no pude calmarme en todo el
día. Hoy mismo, los judíos que tienen parientes fuera del barrio, abandonaron
Kielce para reunirse con sus familiares. Casi todos los nuestros están allá.
¿Qué van a hacer ahora?...La carestía será tan grande como lo es ya en todas
las ciudades donde existen esos barrios.
El tío llegó hoy para que mi padre le aconseje qué debe hacer. Le ha dicho que venga a vivir con
nosotros. De modo que fue a buscar sus
cosas.
2 de Abril de 1941
Durante todo el día pasaron carretas llenas de muebles y
trastos. La quente que viaja en ellas,
llora con gran abatimiento.
3 de Abril de 1941
Por la tarde conversabamos con el tío, cuando llegó el otro
tío y pensé cómo haaremos para darles lugar.
23 de Abril de 1941
Vino a vernos un muchacho escapado del gueto. Dijo que un pan
negro de dos kilos vale once zlotys; un kilo de papas, un zloty y medio, y así
todos los precios. ¡Cuánta gente debe morirse de hambre o debe comer sobras que
les causarán enfermedades, males capaces de provocar la muerte!
14 de mayo de 1941
Estamos a mediados de mes y no han comenzado los trabajos del
campo. Todo encarece diariamente. El pan vale 10 zlotys. El aumento es tan
rápido que a veces ni con dinero pueden
hallarse víveres. Esto, si continúa, será peor que en la guerra.
25 de mayo de 1941
Hace calor desde la otra semana. Los trabajos de primavera ya
van a terminar. Pero los alimentos están sumamente caros. Cientos de personas
mueren de hambre y hay miles que no tienen ni para comer una vez al día. Casi a
diario recibimos cartas que solicitan víveres.¡Cómo vamos a enviárselos! No
podemos comprarlos siquiera para nosotros mismos.
17 de junio de 1941
Vino a vernos Zelman, el de la calle Poludniowa. Contó que
alguien llegado de Bieleny le dijo que escondiera toda la ropa de lujo, pues
los gendarmes van a volver. Rápidamente ante Zelman, escondimos nuestras
mejores cosas. Me asomé varias veces y no los vi venir. En la aldea el pánico
era tan grande como si se esperara a los bandidos. De pronto, llegaron los
gendarmes; buscaron en una casa y salieron poco después. Cuando se acercaban a
la nuestra, creí que el corazón me iba a saltar del pecho. Estaba seguro de que
vendrían: gracias a Dios, no quisieron entrar. Nos aterra pensar qué hubiera
sido de nosotros. Al volver, pasaron nuevamente de largo….Los seguí para ver a
dónde iban, y regresaron a la casa donde comenzó su inspección. No alcncé a ver si se llevaban algo. Más tarde pedí a mi primo que fuera a Bieliny
en su bicicleta para llevarles alimento a mis padres. De vuelta a casa, tomé algo y fui a cuidar a
la vaca para que mi hermano pudiera comer.
Llegó mi hermana y dijo que todos venían ya en camino. La noticia me dio mucha alegría. Poco después llegaron con el primo que se
encontró con ellos en la carretera.
Sentímos un enorme júbilo de verlos otra vez. Papá nos informó de todo con detalle.
18 de Junio de 1941
Ayer no anoté que, según un amigo mio, detuvieron a todos. Pero han vuelto, gracias a D os. Me siento un poco reconfortado. Sin embargo, no sé cuando me recuperaré de
las impresiones que he recibido en estos días
22 de junio de 1941
No amanecía, cuando papá nos despertó y escuchamos un ruido
terrible que llegaba del noreste con tal fuerza que hacía temblar el suelo.
Durante todo el día se escuchó aquel estruendo. Por la tarde, los judíos que
llegaron de Kielce revelaron el origen del ruido: Rusia declaró la guerra a los
alemanes.
24 de Junio de 1941
Estabamos conversando, y de repente se oyó el sonido de unos
aviones. Minutos después, supimos que el
cuartel de Bukowka estab siendo bombardeado.
26 de Junio de 1941
Las detonaciones continuan y por momentos se escuchan
mejor. Hace dos semanas que no llueve y
si esto sigue así, todo se marchitará.
La sequía llegó a tal grado que es imposible andar por la carretera de
tanto que ahoga y quema el polvo.
29 de junio de 1941
Hoy no se oyen disparos: de vez en cuando se escucha un
trueno. El viento del norte trajo una
nube cargada de lluvia. Las gentes, los
animales y las plantas esperaban con avidez la caída del agua. Llovió mas de una hora, pero fue poco para
esta tierra sedienta.
10 de julio de 1941
Vivimos malos tiempos. Cada hora es más dificil que la
anterior. Siempre tuvimos bastantes provisiones y hoy es dificil adquirir
comida del día. Continuamente alguien viene a pedir. Todos quieren comer; así
de grande es su necesidad.
16 de julio de 1941
Hoy tuvimos una aventura interesante en el bosque. Desde
temprano, recogíamos vainas de mirtilos; cuando teníamos casi lleno el
recipiente el bosque se cubrió de una niebla muy densa y comenzó a llover.
Volvimos a toda carrera, pero nos mojamos de tal forma que fue necesario
cambiarse de ropa.
3 de Septiembre de 1941
El comisario avisó casa por casa: mañana tendremos que
trabajar.
4 de Septiembre de 1941
A las ocho de la mañana fui al trabajo, acompañado de otros
chicos. El guarda forestal ordenó que
otro muchacho y yo ayudásemos al albañil.
No ere un trabajo duro, pero me aburrí mucho. Cuando terminamos, el
secretario del ayuntamiento ordenó que regresáramos el día siete.
Hans Frank estableció el 29 de octubre de 1939 el trabajo
obligatorio para toda la población judía. Otra órden del jefe de SS (tropas de
asalto de la Wertmatch) Friederich Kruger, también comandante de la policia del
Gobierno General, impuso el 11 de diciembre de 1941, el trabajo obligatorio a
los judios de 12 a 60 años de edad y definió el modo de organizar estas labores
y las sanciones que castigarían toda desobediencia a sus mandatos. Por eso, el pequeño David, nacido el 27 de
julio de 1927, se vio obligado a trabajar para los nazis, barriendo, con otras
personas, la nieve que obstruía los caminos y reparando el edificio municipal
de Gorna.
7 de Septiembre de 1941
Volvimos al trabajo. Me tocó estar con el grupo que limpió y
enyesó la cárcel del la comunidad.
Terminamos pronto y volvimos a casa.
15 de Septiembre 1941
Como era día de fiesta judía, fuimos a Gorna para rezar
nuestras oraciones. Llegando, nos
dijeron que había alemanes en la aldea.
Minutos después los alemanes ordenaron a los judíos que se pusieran a
trabajar. Al ver a los alemanes, varios
hombres huyeron; se ocultaron tras un muro y uno se escondió en la azotea. Una mujer los delató. Cuando mi tío volvió a
su casa, le dije que se cambiara de ropa para no ser reconocido, pues los
alemanes se dieron cuenta de su huìda.
Sin embargo, llegaron sin identificarlo y preguntaron dónde se hallaban
los demás. No encontraron a nadie, yl en
venganza, dicidieron suspender nuestras oraciones. A mi padre no lo molestaron, ya que su
enfermedad lo tiene exento de cualquier trabajo. De vuelta a casa, nos contaron que los
gendarmes habían estado en Kielce para exigir contribuciones. Si el campesino no pagaba, lo llevaban a la
cárcel, le quitaban sus vacas.
1 de noviembre de 1941
En Kielce se fijaron carteles para avisar que toda persona
que salga del gueto lo hará bajo pena de muerte. Hasta ahora se podía salir o
entrar libremente. Estos avisos se publicaron en todas las ciudades del
Gobierno General, como se llama ahora una parte de la antigua Polonia.
En efecto, el 15 de octubre de 1941, Hans Frank expidió un
decreto, que entró en vigor el mismo día de su proclamación, a fin de impedir
que los judíos abandonaran el ghetto. La
transgresión se castigaba con la muerte.
Los casos de judíos asesinados por los nazis, que se relatan a continuacion
en este Diario, son fruto de tales ordenanzas.
28 de Noviembre de 1941
El cartero nos entregó un documento que impone multa de 150
zlotys porque el 2 de septiembre dejamos que un judío trabajara en nuestro
molino. Enseguida, el alcalde y el
secretario vinieron a destruir la piedra de moler y levantaron un acta alegando
que el hombre era del ghetto. La multa
debía pagarse hoy.
5 de diciembre de 1941
En mi camino de regreso, me encontré a mi hermana que iba a
pedir prestados los 150 zlotys del impuesto.
12 de diciembre de 1941
Ayer por la tarde fui a Bodzentyn para curarme las muelas, y
me quedé toda la noche allí. Hoy, muy
temprano, vinieron los gendarmes. En la
carretera hallaron a un judío que salía de la ciudad y lo mataron a balazos sin
ninguna razón. Mas adelante, asesinaron a una mujer por el solo delito de ser judía. Yo, de regreso a casa, tuve miedo de toparme
con los gendarmes, pero felizmente no ocurrió así.
21 de diciembre de 1941
Fui de nuevo a Bodzentyn, y el dentista terminó de
curarme. Cuando regresé a casa, papa
había ido a Kielce a buscar la harina para abastecer a la comunidad. Regreso muy entrada la noche sin la harina,
porque el caballo se canso y debió dejarlo a tres kilometros de aquí. Hasta mañana irá por el.
23 de diciembre de 1941
Mi padre alquiló una carreta para traer la harina. Hice una lista y comenzamos a distribuirla.
26 de diciembre de 1941
Mientras se vestía papá, le avisaron que un gendarme lo
esparaba en la tienda. Nos asustamos
mucho por ignorar el objeto de este llamado.
En estos tiempos, uno puede ser detenido sin ninguna razón. Minutos mas tarde regresó papa y me ordenó
avisar a cinco judíos que el gendarme los esperaba en la tienda. Iba con ellos hacia allá, cuando nos
encontramos a mi padre. Dijo que había
una órden para los judíos: entregar todas la pieles que tuviesen, aun los
trozos mas pequeños. Los cinco que
estaban con nosotros responderían por los demas. Si alguien esconde una piel, será condenado a
muerte y todas las pieles deben ser entregadas antes de las cuatro de la tarde.
Las colocamos en dos bolsas y las llevamos a casa del campesino que las debe
entregar. Mi padre estuvo en Kielce donde se enteró de la orden publicada el
dia anteior.
El 24 de diciembre de 1941 el jefe de la Policia de
Seguridad Eberhard Schongarth, por instrucciones del Reichfuhrer Himmler, giró
una orden a los comandantes de la SS y de la policia en los cinco distritos
para que confiscaran rápidamente todas las pieles en posesión de los judíos,
advirtiendo que todo aquel que ocultase una pieza sería fusilado.
La derrota del ejército alemán en los alrededores de
Moscú, la vigorosa contraofensiva soviética, el fracaso de la guerra relámpago
contra la URSS y el deseo de proteger a la Wermatch de los rigores del
invierno, originaron el saqueo total de las pieles pertenecientes a los judíos
de Polonia ocupada.
28 de diciembre de 1941
Vinieron dos judios de Bodzentyn y nos informaron que habia
dos nuevas victimas muertas a balazos el dia de navidad; otra vez sin ninguna
justificación. No pasa un día sin malas
noticias. Dijeron también que en otro
pueblo cinco judios fueron asesinados bajo el cargo de esconder pieles. Cada dia hay nuevas muertes: fusilan a los
que se aventuran a salir del ghetto. En
estas terribles condiciones los dias están llenos de angustia y de terror.
29 de diciembre de 1941
Por la mañana, fui con mi hermano a moler un poco de trigo en
casa del vecino. Estábamos moliendo cuando llegó un granjero y dijo que una
comisión de control venía a visitar todas las casas del pueblo y a comprobar la
exactitud de las declaraciones anteriores. Hace un mes se levantó el inventario
del ganado y si ahora encuentran más animales de los que consta en la lista,
los tomarán para el contingente. En caso de que falte un animal, levantarán un
acta. Vendimos una vaca seguros de que no estaba en la lista; pero constaba en
la declaración, y al no encontrarla empezaron a pegar de gritos: “Que dónde
está la vaca; que no tienen derecho a venderla”; y entonces mi padre respondió
que no sabía que estaba prohibido, que ésto y lo otro. Pero de todos modos quisieron
levantar el acta inmediatamente. Por la tarde, el alcalde me mandó a decir que
le llevara azúcar. No lo hice. Por la noche, el alcalde vino a ver a mi padre
porque los inspectores querían hablarle. Cuando salió mi padre, se lo llevaron
en un trineo. No supimos a dónde se lo llevaron ni para qué.
Mamá salió a la puerta de la casa, pero ya se habían ido y no
pudo alcanzarlos. Nos quedamos con el corazón angustiado, pero ¿qué podíamos
hacer? Cada dos minutos mer asomaba al camino para ver si no volvía.
Pero nadie venía, y después ví que mi hermano llegaba, y me
dijo que ya habían soltado a papá. Papá llegó minutos después; el alcalde le
había dicho que regresara. Pero los inspectores se opusieron. Finalmente lo
dejaron regresar después de darle una buena tanda de palos. Al caer la noche ,
el alcalde regresó y le dijo a mi padre que fuera a una granja en donde
precisamente estaban los del control. Mi padre no fue, sólo mi madre; pero esto
no sirvió de nada, pues le dijeron que volviera al día siguiente.
Año 1942
12 de enero de 1942
En la mañana fui a barrer nieve de la calle. Entré para
recalentarme y llegó el suplente del alcalde a decir que había leído la orden
de expulsión. Los deportados no podrán llevar nada consigo. No sabemos qué nos
espera. Cuando llegó papá, comenzamos a envolver la ropa que no es muy
necesaria. La ocultamos en casa de unos vecinos, de modo que no la encuentren
si nos expulsan repentinamente. Papá quiso vender todos los muebles, pero no
encontramos comprador. Querían darle la mitad del precio y papá dijo que es
preferible dejarlo todo, antes que venderlo en esas condiciones. El aviso no
especificaba el sitio de la deportación. Por la tarde, llegó un campesino a comprar el armario. Ofrecía 250 zlotys y no
quisimos venderlo porque ahora vale el doble.
13 de enero de 1942
Mi padre fue a Kielce para averiguar sobre la
deportación. Al volver, dijo unicamente
que hoy habrá sesión de todos los consejos de ancianos judíos del distrito y se
designará en qué sitio de esta u otra aldea se va a organizar el ghetto.
14 de enero de 1942
Me encontré con una amiga nuestra quien dijo que su sobrina
habia dicho que la deportación se aplazó hasta el mes de mayo. Volví a casa con la buena noticia que,
naturalmente nos dio mucha alegría.
15 de enero de 1942
Desde la ventana vi la carreta llena de gendarmes que se
detuvo cerca de nuestra casa. Entraron para ordenar que limpiáramos de nieve
las calles. Pero no lo sabíamos y pensamos que nos llevarían Dios sabe a dónde.
Mi hermano, mi tía y yo nos separamos en la aldea y nos alejamos, en vista de
que los gendarmes seguían parados frente a la tienda. El tío, mamá y la abuela
fueron a trabajar. Yo me quedé en casa de un vecino hasta que se alejaron los
gendarmes…. Hice mi propio almuerzo y cuando terminé vi a un gendarme que
estuvo en nuestra casa. Escapé, pensando que vendría por nosotros. Ya en el
campo, decidí que lo mejor era ocultarse en otra aldea, mientras pasaba el
peligro. Me di cuenta de que el gendarme iba en la misma dirección. Me había visto;
ya no podía escapar. Me abandoné a la buena de Dios y sólo me quité el
brazalete con la estrella de David para que al menos no me reconociera a
distancia. Cuando llegué a la otra aldea, estaba tan asustado que temía un
colapso. En el extremo de la aldea vi de nuevo al gendarme, que en realidad no
me había visto y llevaba otro camino. Todos pueden imaginar mi angustia y
miedo. Al serenarme, volví a casa. Alguien me dijo que todos los judíos estaban
barriendo nieve, y el carro de los gendarmes seguía frente a casa. Un muchacho
me aconsejó que huyera porque los alemanes rondaban las calles. Me refugié con
un vecino que al principio se negaba a aceptarme. Cuando se fue el carro, todos
nos reunimos en casa para contar lo que cada uno vivió. Los gendarmes preguntaron
por nosotros a mamá, sin insistir más tarde. Supe que se llevaron a un judío y
encarcelaron a dos más, exigiéndoles 100 zlotys para dejarlos libres. El
alcalde pagó la fianza. Me vestí para saber que había pasado con el primer
judío. Lo ataron al trineo y tuvo que correr a toda velocidad. Quizás lo hayan
matado, quién puede saberlo. ¡Cuántos enemigos acechan a las inofensivas
liebres! Muy tarde, llegó mi padre con la harina de la racion correspondiente a
Enero.
18 de Enero de 1942
En la noche vino a pedir consejo el
padre del prisionero. ¿Qué le podría
aconsejar papá? En la tarde entré en la casa del padre del muchacho. Todos
lloraban; lo comprendí enseguida. Hice algunas preguntas y se que lo enterraron
en un bosque. Atado al trineo, ya no
tenía vigor para correr y lo arrastraron y le dieron muerte. Conté esto en
casa. Se pueden imaginar lo que cada
pensó. Al anochecer vino el
alcalde. Papá le ofreció vodka y bebieron
para quitarse el frio. El alcalde dijo
que era necesario exterminar a todos los judios porque eran enemigos…
19 de Enero de 1942
Desayunamos y fui con mi hermano a
moler un poco de centeno. De vuelta, nos
encontramos cerca de casa a los judíos que barrian la nieve, vigilados por el
guarda que nos ordenó ponernos a trabajar hasta que el alcalde volviera de la
ciudad. Después nos ordenó que nos
enfilaramos en parejas con las palas al hombro y marcháramos cuesta
arriba. Era orden del alcalde y teníamos
que obedecer. Nos llevó hasta la cima,
donde el frío y la borrasca son mas fuertes, y nos obligó a trabajar hasta el
ocaso. El, por su parte, buscó refugio
bajo techo. Llorando de frío,
permanecimos allí hasta la puesta del sol, hasta que el guarda nos ordenó
marchar en fila. Llegamos y era de noche y el guarda nos impedía volver a
casa. Mucho tiempo después nos dejó
libres, pero nos exigió volver al trabajo en las primeras horas de la mañana.
9 de febrero de 1942
Fueron a registrar las cases de la otra aldea…. Papá volvió
de Kielce al tiempo que la comisión y el alemán entraban a la casa. El registro
no fue muy severo.
De salida, nos pidieron dos pollos y un frasco de vodka. Así
pasan los dían , entre sustos y miedos.
12 de febrero de 1942
Sin que nadie lo ordenara, limpiamos la nieve que cubría la
carretera. Vi al guarda de la comunidad que llevaba unos carteles para el
alcalde. Dos horas después, ya estaban pegados. No eran avisos sino caricaturas
de judíos. Representaban a un judío que molía carne y la mezclaba con rata.
Otro echaba cubos de agua a la leche. En el tercer dibujo había un judío
preparando la pasta de harina con los pies llenos de gusanos, Todo esto se
llamaba: “El judío es un bribón y es tu único enemigo.” Y abajo estos versitos:
“Observa este dibujo atentamente:
si crees que el judío no ha hecho nada,
mezcla leche con agua suciamente;
la carne que te da la hace de ratas,
y la harina del pan agusanada
la revuelve el judío con sus patas”
A la gente le hizo gracia tal estupidez. Todos reían mucho
por esto. Me duele la humillación en la
que tienen que vivir hoy los judíos. Dios permita que esta vergüenza acabe lo
más pronto posible.
Durante el tiempo de duró la ocupación, los nazis
emplearon una propaganda tramposa para inducir a los polacos al odio
antisemita. De este modo, desviaban su
atención, pensando ingenuamente que el diezmado y el perseguido pueblo polaco
no se daba cuenta de que su real y verdadero enemigo era el ejército de
Hitler. Con tales fines, organizaron
exposiciones fijas y ambulantes sobre el tema: los judíos: peste mundial. En
las aldeas y comunidades campesinas realizaban esta baja tarea los vergonzosos
cartelones que ha descrito David.
20 de Febrero de 1942
Papá estuvo hoy en Kielce. Le dieron solo media ración de
harina. Por lo menos, algo hemos
recibido.
En febrero de 1942, Ernst Kundst, gobernador del distrito
de Radom, redujo a la mitad las raciones de viveres para la poblacion
judía. Hasta entonces cada uno había
recibido cien gramos de pan y doscientos de azucar al mes. Los nazis pretextaron que tal medida era
causada por la falta de productos agrícolas, que debían abastecer los
campesinos polacos. En realidad esta
restricción fue ordenada por la Oficina Central de Seguridad del Reich para
iniciar el exterminio en masa de los judíos en los paises ocupados de Europa.
2 de Marzo de 1942
Papá fue hoy a Kielce a buscar mermelada y azucar. No pudo traerlas porque no llevaba el trineo;
el viernes irá nuevamente. Sobre la
deportación, no dijo nada nuevo.
A principios de 1942 comenzó en el distrito de Radom la
concentración de los judíos en campos especiales, próximos a las conexiones
ferroviarias o cerca de las grandes carreteras, con el objeto de facilitar su
deportación a los campos de exterminio – fijados en esa zona para el otoño de
ese mismo año.
Esta acción se cumplió en dos etapas. La primera consistió en agrupar toda la
población rural judía en ciertas localidades mas grandes, operación terminada
en el verano de 1942. La segunda etapa
fue congregar a los judíos de los pueblos pequeños en lugares mas grandes
cercanos a las vias del ferrocarril; según orden de Ernst Kundtz gobernador del
distrito que exigía a los judios entrar en el ghetto, sirviéndose de carretas
particulares. Toda persona que ayudara o
escondiera a un judío, sería castigada con la pena de muerte. Para David la primera etapa corresponde al
traslado de Krajno a Dodzentyn; la segunda, a Suchendniow.
8 de marzo de 1942
El presidente del Consejo de Ancianos envió un recado para
que papá u otros fueran a Bieleny porque iban a desalojar a los judíos.
Volvieron al anochecer. Destinaron una o dos familias para
cada vivienda, según el tamaño de las casas. Un judío riñó con papá pero en
seguida hicieron las paces….
10 de marzo de 1942
… Fui a buscar la estufa que habíamos prestado pues, antes
del viaje nos puede servir. En el pueblo casi todos nos compadecen. Algunos
dicen que no quieren venir a vernos porque no pueden ver nuestra desgracia. …
Muchos campesinos vinieron a despedirse de nosotros. Al
pensar que nos iríamos de aquí, salí al patio y estuve sollozando media hora.
Cuando me calmé un poco, volví a entrar. Sólo quedaban dos campesinos que
tenían intención de comprar el establo. Uno se puso de acuerdo con papá y
prometió volver mañana.
11 de marzo de 1942
El carretero llegó cerca de las siete. Colocamos los objetos sobre el trineo. La casa habia cambiado tanto que parecía un
tunel. Lo que se compra en el campo es
mas barato que en la ciudad y mientras estemos aquí hay que aprovisionarnos,
despues será muy dificil. Acompañe a
mamá que cambio un mantel por alimentos con una campesina y compramos un poco
de papas. La casa estaba tan triste que
ya tenía ganas de irme de aquí. La despedida fue muy triste. La tarde fue muy
dura; papá, mamá y yo quedamos solos en la casa.
12 de marzo de 1942
Muy temprano vino el carretero por nosotros. El hombre
engancho el caballo y yo fui adelante sin el brazalete. Cuando salía, el dolor me impidió
hablar. Caminé tan de prisa que la
carreta no pudo alcanzarme. Marché cinco
kilometros sin acordarme de nada. Tenía
miedo por lo que pasaría si alguien nos encontraba. Gracias a D´os llegamos bien.
Desde el 1 de diciembre de 1939, el gobernador Hans Frank
obligó a todos los judíos mayores de diez años a llevar encima de la ropa un
brazalete blanco de diez centimetros de ancho, con una estrella de David
boradad en hilo azul.
Antes de la guerra habitaban en la aldea de Bodzentyn
cerca de 1.000 judíos, en su mayoría artesanos y pequeños comerciantes. Durante la ocupación aumentó el numero de
judíos a causa del traslado de las poblaciones y sitios vecinos. En 1940 habia
1.400 y en mayo siguiente, unos 13.700.
Por lo tanto, no es extraño que las condiciones de habitación e higiene
fueran alarmantes y muchos murieran de hambre o enfermedades epidemicas.
En Bodzentyn no había ghetto, en el sentido de un barrio
cerrado a todo contacto con el mundo exterior, pues en este distrito las
autoridades de ocupación consideraban al ghetto, la aldea completa.
28 de marzo de 1942
Las desgracias no vienen solas. Como si fuera poca nuestra
miseria, como si no bastara con todo lo perdido, anoche rompieron las cadenas
del establo para llevarse lo que guardábamos allí. Al despertar, oí a mi tía
hablando del robo. Se llevaron tres gansos, quince kilos de trigo, cinco de
harina y ocho panes. Solo faltaba esto para agravar nuestra situación. No
dejaron siquiera un pedazo de pan. No pude dominarme, no pude decir nada.
10 de abril de 1942
… Nos visitó un granjero y nos contó que la hija de un
antiguo vecino fue fusilada por estar en la calle pasadas las siete. Era
hermosa como una flor .
Si a una joven así han podido matarla, debe estar cerca el
fin del mundo. No hay día tranquilo. Mis nervios están por completo agotados.
Cuando oigo hablar de una nueva desgracia, los ojos se me salen de las órbitas,
me duele la cabeza, me siento agotado, me siento como si trabajara duramente. Y
esto le pasa a todos. No es bastante que en la otra guerra los cosacos mataran
a mi abuelo en presencia de mi padre, que tenía once años. Ahora, cuando ve a un alemán, papá se pone
tan nerviioso, que quisiera esconderse en cualquier grieta.
13 de abril de 1942
…llegaron a comprar nuestro
armario. De todos modos estorbaba y
ahora tendremos mas espacio. ¡Que
consuelo! Alla tuvimos cuatro habitaciones, y aquí nos alegramos por ganar medio
metro. Pero, ¡Qué le vamos a hacer! No estamos solos en esta situación…
16 de abril de 1942
…He aquí lo que pasa. Cuando hay un
poco de esperanza, cuando un poco de sol brilla para nosotros, viene una
tempestad y arrasa todo…
18 de abril de 1942
Desde hace mucho tiempo, no ha habido tan buen clima como
hoy. Con libertad todo podría ser maravilloso. Pero no es posible salir ni a
los alrededores de la aldea. Estamos encadenados como perros al muro…. A cualquier parte que uno vaya, en casa, en
los cafes o en cualquier otro lugar, no se habla más que de las mercancías
confiscadas o de lo que cada quien ha perdido.
24 de abril de 1942
… ¿Hasta cuando se podrán vender
los objetos de la casa? ¿En qué podemos trabajar? ¡D´os permita que la guerra
termine pronto! Si dura mas tiempo, nadie podrá sobrevivir; todos sucumbirán
por el hambre y las torturas.
28 de abril de 1942
…… Mientras ibamos en la carreta me parecía que estaba
regresando a casa. Y me dejé llevar por la ilusión. Poco después me di cuenta
que no era más que un sueño y no era nada…. Después fui a mi antigua casa.
Cuando entré, me pareció totalmente extraña, me costaba trabajo imaginar que
vivimos allí hasta hace apenas seis semanas. Corrí con alegría por el viejo
sendero. Nuevamente sentí que volvía a la casa donde me esperaban mis padres,
donde estaríamos todos….
29 de abril de 1942
Ayer, cuando me acosté, era verano y hoy, al levantarme, ya
es invierno. Cae tanta nieve como en los días de enero…. No conforme con mandar
tantas penas, D´os nos envía un invierno heladísimo. Nos impiden cortar leña en
el patio y nos hacen otras pequeñas vejaciones que no vale la pena mencionar.
Pero ¿qué podemos hacer? Hay que sufrir y soportar todo en silencio.
30 de abril de 1942
Trajeron un quintal de papas que mi padre compró en Krajno
ayer, al precio de 270 zlotys. Antes de
la guerra, con el mismo dinero podían comprarse cien quintales. Traje de Krajno unas plantitas de puerro. Hoy tuve tiempo y quise plantarlas en las
macetas. Antes de terminar, papa me llamó
para que fuera a moler. Después regresó a casa.
Llegó furioso porque dejé la leña en desorden y comenzo a pegarme. Traté de explicarle que no tuve tiempo de
ordenarla y me pegó mas fuerte, sin ningun motivo. Me pegó tantas veces con la
hebilla, que comencé a llorar mucho, más por la desesperación que por la
cólera. Me quedó todo el cuerpo
lastimado. Y después me mandó nuevamente
a trabajar. ¿Cómo iba a trabajar si no
podía mover los brazos? Si no
estuvieramos en guerra, me iría de la casa,
aprendería un oficio cualquiera. Pero hoy no me queda más remedio que
sufrir. Papá no me quiere nada. Me alimenta por deber, no por cariño. No se habló mas de lo sucedido en casa.
2 de mayo de 1942
Por la noche vinieron los tios y hablaron de la golpiza que sufrí
ayer. Mi padre insulta a mamá cuando ella interviene para defenderme. Ayer tambien se pelearon. Pewnsaba que cuando uno se casa, no es para
pelear continuamente como mis padres.
Pero ¿de qué me extraño? Siempre he visto escenas así.
6 de mayo de 1942
Un día terrible. A las tres, me despertaron los golpes que
sonaban en la puerta. Era la policía iniciando la redada. A pesar de todo no me
asusté. Mi padre y mi primo están escondidos en Krajno. El tío abrió la puerta.
Entraron dos policías, uno polaco y el otro judío. Comenzaron el cateo. …Se
fueron, me dormí. Sentía un temblor parecido a la fiebre.
Horas después me despertó mi primo: mi papá había llegado. Me
vestí rapidamente pero al salir, supe
que papá había huído otra vez ante el temor a la redada. Estaba descargando las
papas cuando entró un policía. Salí corriendo. Alcancé a oir que gritaba
“parate, ¿dónde están las papas?, a ver el resto” , y alguna otra cosa que no
comprendí. Pensé que todo estaba perdido. Se llevaron el carro y las mercancías.
Mi padre huyó: ¿qué haremos ahora? Se llevaron cuanto teníamos. En adelante no
tendremos ni migajas de pan. Encontré aun amigo. Dijo que se llevaron a mi
padre también. Entonces comencé a llorar. He perdido todo; ahora extraño a
papá. Está enfermo. No puede vivir sin medicinas. Sería terrible que lo
llevaran a un campo a trabajar….
El pánico es inmenso. Mamá se pasó el día suplicando que
dejaran libre a papá. El convoy estaba en marcha. Pasaron cerca de mi. Grité:
¡papá, papá! ¿dónde estás? ¡Quiero verte otra vez! ¡Y lo vi sollozando en el
último camión hasta que desapareció del camino. Sentí cuánto lo quería y cuánto
me quería él a mí, y lamento lo escrito en el primero de mayo. Era mentira que
él nunca me quiso, yo pagaré el no haber dicho la verdad…
Si D´os permite que vuelva, me portaré mejor con él..
Aunque nadie quiso ayudar a mamá recuperamos todo, con la
ayuda de Dios, gracias a un gendarme alemán que es muy bueno. Sin él no
tendríamos nada.
Mamá esta agotadísima por lo de hoy. Parece que ha vivido, en un dia, cuatro
semanas. Me dormí llorando sólo de
pensar que estaba en una cama, mientras papá tendría un lecho de paja en la
barraca. Y pensando esto me duele el
corazón.
7 mayo de 1942
…andamos como locos y no hay
segundo en que no pensemos lo que estará sufriendo mi papá.
El campo de trabajos forzados
Hasag en Skarzysko-Kamienna fue establecido en Agosto de 1942. Ahí confinaron a los judios de la población y
otros de los pueblos cercanos, entre los cuales se hallaba probablemente el
padre de David.
Se les obligó a talar bosques,
construir caminos, descargar vagones y a servir en toda forma a los productores
de maquinaria bélica nazi. Entre agosto de 1942 y Mayo de 1944 diez mil judios
fueron asesinados sirviendo de blanco cuando ya estaban imposibilitados para
seguir trabajando por la fatiga y las epidemias.
8 mayo de 1942
Se dijo que hoy harían una segunda redada…En la calle había
gran silencio. Vi llegar los camiones
que se llevaron a mi padre…Comenzó la redada.
El pánico atravesaba la aldea. Todos huyeron hacia el bosque. Supe que apresarían los de mi edad y me
oculté en la casa de una vecina polaca.
Cualquier ruido me daba un miedo terrible. Regresé a casa, estuve solo
tod el día. Partieron dos camiones llenos de detenidos. Era viernes y fui a rezar. Antes lo hacía con papá. A veces alegre, otras no; pero siempre con
él. Vuelvo a casa. Cenamos.
Miro el sitio de papá sin él ahí.
La pena me desgarra el corazon.
10 de mayo de 1942
La policia judía recibió orden de
capturar a otros cincuenta y comenzó una nueva redada. Me quedeé en casa y gracias a D´os no
vinieron. En la tarde me entregaron una carta de papá que dice que ha escrito
otras quince y que sigue con otros judíos en el campo de Skarzysko. … La carta
de papá no es muy grande, apenas tiene una cuantas palabras, pero es mejor que
no saber nada de el. Nos dice que está
bien de salud, que el trabajo es muy duro pero soportable, y que se preocupa
terriblemente por nosotros. Dice que se
preocupa por mi, no sea que me vayan a agarrar en una redada; nos pide le
enviemos aguardiente y pastas, que le escribamos, le mandemos una libra de pan
y algun dinero por correo.
Indudablemente no recibió el paquete que le mandamos con el gendarme
alemán porque no dice nada de ello. Nos
pide consigamos dinero para sacarlo de ahí aunque tengamos que vender cualquier
cosa. Hoy mamá ya no puede ir a buscar
dinero, pero mañana lo pedirá prestado donde pueda.
11 de mayo de 1942
Mamá fue a ver si podia vender o
empeñar un corte de tela para abrigo. Volvió y pidió prestado dinero y se lo dio a
aquella mujer. La mujer recibió el
dinero de otras personas y se fue. …
papá dice que está bien… En la mañana se levantan a trabajar (no dice
exactamente en qué). Trabajan doce
horas, de las seis a las seis. Es muy
desagradable estar ahí, nos escribe y nos dice: : ¨Mis queridos hijos, sed
dóciles y obedientes con mamá¨. Esta
última frase me ha entristecido. D´os
permita que él regrese pronto… La policia judía continua la redada, y he pasado
todo el día en casa de un amigo polaco, por miedo de quedarme en la nuestra.
14 de mayo de 1942
Cuando mamá iba por la calle, la
llamó uno del Consejo y le dio un paquete de papá. …trae ropa sucia de papa y mis primos. Papá nos dice que le molesta mucho no recibir
cartas ni paquetes ni dinero. Parece que
no le han entregado nada. Me dice que me
esconda porque seguirán las redadas; me aconseja me vista de mujer… nos pide
que vendamos algo y lo salvemos lo mas pronto posible. Lloré mucho mientras leía esta carta, esta
carta tan triste. Al leer sus cartas,
pensé que nosotros estamos en libertad, una libertad así se la deseo al perro,
pero estamos mejor aquí que papá allá y el no tiene ni siquiera un pedazo de
pan para comer. ¡D´os mío! Todo esto es
terrible.
15 de mayo de 1942
A las cuatro de la mañana llegaron varios camiones. ¡Creímos
que ya nos iban a deportar. De miedo, sentí un dolor terrible en el estómago y
tuve que salir… Nadie salió a la calle. Todos se morían de miedo. Algún tiempo
después, vi por la ventana una carreta llena de alemanes que pasaba frente a mi
casa… Supe que la policía judía estaba en la casa de mi tío pretendiendo
llevarse un armario por falta de pago de un impuesto que debía darse al Consejo
Judío. Cuando subían el armario a una carreta, en un arranque de cólera mi tío
lo detuvo. El policía le dio un empellón y comenzaron a pegarse. Los gendarmes
alemanes llegaron enseguida y comenzaron a disparar al aire. Las balas silbaban
alrededor de mi cabeza…
El pánico fue terrible durante los disparos; todos pensaron
que se acababa el mundo….
21 de mayo de 1942
A las ocho y media llegó un carro con los judíos. Cuando lo ví mi corazon comenzó a latir
porque papá podría estar adentro. Me acerqué al carro, pero no lo vi. Comencé a llorar porque llegó mucha gente y
papá no. Papá nos envió algunas cartas con sus amigos haciendo nuevas
peticiones. Nos habíamos olvidado que hoy era el primer día de Shavuot (día
de entrega de la Tora). Es el primer día de fiesta que pasamos sin papá y
no solamente no está con nosotros sino que lo tienen en un campo.
22 de mayo de 1942
Mientras rezaba, extrañé mucho a papá. Vi a otros niños al
lado de sus padres que respondían a todas sus preguntas. ¿ A mi quién va a
explicarme? Sólo Dios puede indicarme el camino recto… Jamás he sentido tanta
desdicha y soledad . La oración era el momento de ponerme en paz. Quiera Dios
que papá vuelva pronto y sano.
27 de mayo de 1942
…recibimos una carta de papá.
Pide que le mandemos ropa blanca.
Pregunta por qué no le escribimos a menudo, nuestras cartas le dan tanto
gusto que las lee varias veces al dia… Mañana se presentará ante la Comisión
porque ya no puede trabajar. Pide que le
mandemos comida y no dinero, porque allí todo cuesta caro. …Quiere saber enque forma conseguimos dinero,
dice que si supiera que tenemos todo lo necsario estaria mas tranquilo porque
pasas las noches en blanco pensando esto.
1 de Junio de 1942 – Dia de alegría
Esperabamos hoy una carta de papá,
pero solo recibimos una tarjeta de mi primo y nada mas. Hicimos un paquete con muchas cosas. En la tarde oí el ruido de un motor y unos
cantos. Pensé que los judíos regresaban
de Sakrzysko. Ciertamente eran
ellos. De lejos vi como saludaban con
las manos; vi a papá agitando el sombrero. Corrí tras el camión tan rápidamente
que llegu;e a la plaza casi al mismo tiempo. Levanté las cosas de papá y de
tanta alegría no lograba saludarlo.
Sólo quien ha vivido algo semejante puede imaginarse nuestra alegría. …La casa se llanaba de gentes, todos venían
por noticias del campo de concentración… es muy dificil describir todo lo que
contó papá… disciplina insoportable; el que no canta no lleva el paso de la
marcha y recibe latigazos; levantarse cuatro de la mañana y suspenden trabajo a
las 5 de la tarde; durante 13 horas esta prohibido sentarse o te muelen a
palos. Es imposible describirlo
todo. Papa no terminaba de contar; lo
escuchamos hasta las dos de la mañana.
Su aspecto no es del todo malo porque comía lo suficiente.
Toda esta alegría me ha hecho
olvidar lo mas importante y lo mas terrible.
… una madre judía y su hija salieron al campo a buscar alimento… se
encontraronc con unos alemanes que les dieron alcance. Fueron fusiladas. Quien
Aquí se interrumpe el diario de
David Rubinowicz
Nota: En septiembre de 1942 , probablemente entre el día
15 y 21, la población judía de Bodzentyn fue conducida a pie hasta Suchedniow.
Los ancianos, las mujeres y los niños viajaban en carretas los 25 kilometros
mientras los gendarmes y policias maltrataban bestialmente a los infelices,
obligándolos a culetazos a mantener el ritmo de la marcha.
Al mismo tiempo reunieron ahí a 600 judios de Blizyn, 350
de Zamsonow y otras poblaciones. En
total, concentraron cerca de 5.000 judios.
El día 21 de septiembre (Dia de Iom Kipur-dia mas importante
del calendario judio por el ayuno de 25 horas) introdujeron en vagones a 4500
judíos. Fueron transportados al campo de exterminio de Treblinka donde se
confinó a todos los judíos del distrito de Kielce. Más de 350.000 judíos de
Kielce y Radom fueron asesinados en las cámaras de gas.
Por documentos encontrados se conoce lo ocurrido con los
judíos de la aldea de David, quienes fueron exterminados en Treblinka. Es
posible afirmar que el pequeño David pereció con sus compañeros de infortunio
el día 22 o 23 de septiembre de 1942.
Notas
Adicionales de David Rubinowicz
|
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David
Rubinowicz había nacido el 27 de Julio de 1927 en Kielce. Tenia un hermano menor llamado Hershel y una
hermanita llamada Malka. Sus padres se
llamaban Josek y Tauba.
Los cinco compartían una pequeña
casa de madera en la calle principal de Krajno. Los Rubinowicz eran campesinos, no muy
diferentes de sus vecinos, la única diferencia era que eran judíos. Josek
Rubinowicz era lechero, tenia una vaca y una carretilla junto con una pequeña
tienda. Un año después de la invasión de los Alemanes, la lechería no existía,
la vaca había sido vendida para que los alemanes no la cogieran y eso hizo
que la familia fuera aun mas pobre.
Los Rubinowicz habían vivido en
Kielce antes de mudarse a Krajno. Allá
tenía David un tío a quien visitaba con frecuencia.
Así como en muchas ciudades y
pueblos de Polonia, Kielce tenia una gran población judía. En 1939 uno de cada cuatro personas, era judío. En Abril 4 de 1940, David fue a visitar a
su tío nuevamente. Se levantó mas
temprano de lo usual y partió hacia Kielce después de desayunar. En su brazo derecho, tenia puesto el
“brazalete blanco de cuatro pulgadas con la estrella de David” que todos los judíos
a partir de la edad de 10 años debían usar, siempre y bajo la pena de ser encarcelados. Debido a
que los judíos tenían prohibido viajar en vehículos, David caminó.
El 24 de Marzo de 1941, David se
paró en la ventana y vio a los soldados pasar.
“Mi cabeza era un torbellino viendo
tantos vehículos y caballería. También
se movía mucha artillería pesada. Era
divertido…Nosotros casi nunca veíamos soldados en nuestro pueblo.”
La diversión no duró mucho. Unos meses mas tarde David estaba en su
casa solo cuando un militar alemán entro en ella, buscó en “cada esquina”, y
anunció que su padre debía presentarse para reportarse ante la milicia. Sus padres fueron.
Alguien le dijo que su padre había
sido llevado bajo “custodia temporal”
así que "David corrió a casa con las malas nuevas. " En esos
momentos, sus tíos y su abuela vivían con ellos. "Todos se
alarmaron. Mi tío fue a la milicia
inmediatamente, y la tía también.
Nosotros los niños nos quedamos
solos, excepto por la abuela.
No comimos nada; y a las doce de la noche, nos fuimos a dormir. "
Josek y Tauba habían sido llevados a
la cárcel pero fueron liberados al día siguiente.
El 17 de Junio de 1941, un día después
de que Josek y Tauba fueran encarcelados, los Rubinowicz escondieron sus
pertenencias de valor, ropa de cama y prendas de vestir.
Para los Rubinowicz cada alemán era
un cínico, pues el alemán podía hacer lo que quisiera: robar, golpear, matar
y no tendría que responder por sus actos.
El 1 de Noviembre de 1941, llegaron noticias en Kielce que anunciaban
la pena de muerte para cualquier judío que saliera o entrara en el ghetto sin
permiso. El edicto fue promulgado en
todos los ghettos del Gobierno General,
como había sido nombrada el área que antes era Polonia. Poco después, David vio que los asesinatos
se aumentaron y su temor se incrementó.
En Marzo de 1942, los Rubinowicz fueron
obligados a mudarse a Bodzentyn, un pueblo cercano.
El cambio mas grande en la vida de
David fue el anuncio de Enero de 1942.
Mientras estaba sentado cerca de la ventana "mirando el viento soplar por los
campos", el vio el pregonero del pueblo y "se acercó para saber que
nuevas traía". Lo que escuchó lo hizo volver corriendo a casa: "Todos
los judíos iban a ser evacuados de sus aldeas."
La "Evacuación" de los
judíos había comenzado prácticamente desde la invasión de los alemanes, hacia
casi dos años y medio, pero hasta ese momento los Rubinowicz se habían
salvado. "Ahora nos tocó el turno de sufrir", pensó David.
"Cuanto tiempo, solo D´os lo sabe".
Cinco días después de saber que siete familias judías de Krajno fueron
"evacuadas", el alcalde de Krajno vino a la casa. Papa trajo vodka y ellos se lo tomaron todo
juntos pues el clima estaba un poco frio". El alcalde
dijo "todos los judíos deberían ser asesinados porque son enemigos, y
también dijo otras cosas que dejaron a
David perplejo. "Ojalá yo pudiera escribir una parte de todo lo que el alcalde
ha dicho en nuestra casa, pero no puedo".
Josek se dedicó durante los últimos
meses que estuvo en Krajno, intentando frenéticamente, pero sin resultados,
tratando de convencer el consejo Judío regional de posponer sin lograrlo, su "reasentamiento". El consejo Judío
administraba los asuntos de la comunidad judía; había sido creado por los
nazis y solo les respondía a ellos. "Nos hemos puesto en las manos de
D´os y estamos listos para lo que sea" , escribió David al final de este
periodo.
Los Rubinowicz vendieron los
artículos que ya no iban a necesitar; recuperaron la estufa de hierro que
habían prestado; trajeron leña e hicieron mandados; se pusieron en el medio
de un costal de papas ("es siempre mas barato comprar cosas en una aldea
que en un pueblo") y David "corto la dotación de madera para el
establo por algunos días".
Cuando llegó el día de "ser
relocalizados", se puso de manifiesto lo bueno que Josek y su esposa,
Tauba habían hecho por la aldea. Los
vecinos recordaron lo dispuestos que ellos estuvieron a ayudar a cualquiera,
fuera judío o no judío. "Casi no hay nadie en nuestro pueblo que sienta
compasión por nosotros", escribió David en su diario en Marzo 10 de
1942. "Muchos ni siquiera quisieron venir a vernos –ellos dijeron que no
querían ser testigos de la desgracia de otras personas". Pero otros vinieron
de todas formas y desearon lo mejor.
"No hay nadie en nuestra aldea que no este triste por
nosotros".
Los vecinos de David no se
comportaron como los polacos de la leyenda, odiadores de judíos. Su diario esta lleno de casos en los que
los polacos ayudaron a los judíos. Los
polacos, en repetidas ocasiones alertaron a los judíos cuando los alemanes
estaban cerca y en busca de sangre y con mucha frecuencia David se metió en
casas de campesinos para mantenerse fuera de las garras de los nazis. Esto fue cierto en Bodzentyn y en Krajno.
Poles repetidamente alertados Judíos
cuando los alemanes estaban fuera de la sangre, y con la misma frecuencia
David se metió en casas campesinas de mantenerse fuera de las garras de los
alemanes. Esto fue cierto en Bodzentyn así como en Krajno. En los días
siguientes y llenos de tensión de
Mayo, y cuando la milicia alemana, la policía polaca, e incluso la policía
judía estaban deteniendo a Judíos para trabajos forzados en los campos de
trabajo, David siempre confió en la ayuda de los no-Judíos para evitar ser
capturado .
Al día siguiente un hombre vino con
una carreta y los Rubinowicz cargaron sus cosas. "Cuando la carreta
había partido, la casa quedó vacía como un túnel". David se despidió de sus tios que se habían
quedado con ellos. Pero ellos irían a
Bieliny así que les ayudó a cargar sus cosas también.
Después de que la casa se había
desocupado, David deseó haber partido.
Marzo 12 es la fecha. Temprano
en la mañana, David y su padre fueron a conseguir una carreta. Una hora mas tarde un campesino vino con un
caballo. David caminó unas 6 y media millas entre Krajno y Bodzentyn en una
carrera llena de emociones.
La ultima entrada en el diario de
David es el 1 de Junio de 1942. La entrada se interrumpe en la mitad de una
frase. Si continuó escribiendo en su
diario durante los tres y medio meses en que los Rubinowicz lograron
mantenerse con vida antes de ser gaseados, no lo sabemos.
Entre Septiembre 15 y 21, los judíos
de Bodzentyn y aquellos que fueron traídos de pueblos cercanos, unos 5.000 en
total, fueron obligados a caminar las 15 millas que hay entre Bodzentyn y
Suchedniow.
El lunes, 21 de Septiembre, día de
Yom Kippur, 4.500 de ellos fueron hacinados en trenes para ganado para ser
llevados a Treblinka, el campo de exterminio situado a 35 millas al noreste
de Varsovia.
Un documento anexado a la edición
polaca del diario, muestra las listas de los horarios de los trenes de las
ultimas semanas de Septiembre. El
horario 587 informaba a los empleados de los trenes sobre un numero especial
de trenes que debían estar disponibles para transportar a los trabajadores
del distrito de Radom, el distrito en el cual esta el pueblo de
Suchedniow. El tren que llevó a David
a Suchedniow a las 4.18 p.m. el 21, un lunes, llegó a Treblinka a las 11.42
a.m. del día siguiente. Un año
después, de Julio de 1942 a Septiembre de 1943, en Treblinka desaparecieron
850.000 judíos
|
"La
historia de David es una de muchas. Mas
de un millón y medio de niños judíos fueron asesinados por los Nazis durante la
segunda Guerra mundial. Cerca del final,
los Nazis ni siquiera se molestaron en gasearlos a ellos primero; ellos fueron
tirados vivos a los hornos. Una de las
preguntas que fue hecha a Eichmann durante el juicio de Guerra en Jerusalém
fue, Como ustedes sabían que estaban muertos cuando los tiraron en los hornos?
" Eichmann replicó con una sonrisa,
"Cuando dejaban de gritar…"
David tenia 14 años cuando el y su
familia desaparecieron. Lo cierto es que
el y su familia encontraron la muerte en el campo de exterminio Treblinka. David comenzó su diario cuando tenia 12 años
y es una experiencia desgarradora conocer su historia.
Su diario fue encontrado después de que
terminó la Guerra entre los escombros que los Nazis dejaron en Polonia. Se ha
convertido en una de las piezas de la literatura judía en el mundo de hoy. Los niños judíos de esa época crecieron solo
para conocer la sed por la paz y el hambre para sobrevivir. La corta estatura de David refleja el hambre
y la mala nutrición que tuvo que soportar en las manos de sus enemigos que sintieron
que David no tenia el derecho a existir porque era judío.
"David Rubinowicz – había nacido en Julio 27 de 1927 en Krajno,
Polonia. Había recién hecho su Bar
Mitzvah cuando los alemanes empezaron a deportar a los judíos para ser "reubicados". El y su familia fueron llevados al Ghetto de
Varsovia en Marzo 21 de 1940. David se unió
a la Resistencia y ayudó a mantener a su familia viva mientras robaba. Inicio su diario en 1940 y en el grabó las
escenas de las que fue testigo en el ghetto.
David Rubinowicz – fue deportado a
Treblinka en Septiembre de 1942, como parte de los 5,000 judíos que eran la
cuota requerida. Murió ahí con toda su
familia.
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